El uso de idiomas añade otra dimensión a la estimulación y diversión del pequeño. Las secuencias de canciones de cuna, el abecedario y los números no pretenden enseñar al bebé a hablar otros idiomas. Lo que sí hará es estimular partes del cerebro del bebé que en general se ignoran.
En nuestro centro, somos conscientes de que una buena estimulación en los primeros meses de vida es decisiva para lograr una mejor maduración general. A partir de los 3 años, una perfecta audición trae por consiguiente la reproducción de lenguas extranjeras.
Las investigaciones demuestran que las conexiones neurológicas del cerebro del bebé crecen considerablemente más si se expone sistemáticamente a una segunda lengua. Esta exposición produce y refuerza las conexiones neuronales que le facilitan su desarrollo intelectual, no sólo para el aprendizaje de idiomas sino también para distintas áreas y para toda la vida.