Las artes plásticas nos ofrecen un valioso medio. Los/as niños/as disfrutan mezclando colores, pintando con pinceles, con las manos, con los pies…
Desde el punto de vista cognitivo, las diferentes técnicas de expresión plástica favorecen la expresión, el desarrollo de la fantasía, realiza relaciones, concreta pensamientos y estados de ánimo, desarrolla la creatividad y la imaginación.
El niño, cuando realiza estas actividades, efectúa representaciones mentales de acciones y / o situaciones; por tanto, se constituyen en un gran estímulo para el desarrollo de la función simbólica tan importante para la escritura.
Desde el punto de vista afectivo y emocional, tiene un valor excepcional, puesto que a través de esas actividades llega a expresar sus impulsos internos, exteriorizando sus sentimientos y aliviando sus tensiones emocionales y ansiógenas. Por tanto, son actividades que facilitan la relajación y la concentración.